Con características de pieza de lujo, sale a la venta este viernes en España. Se trata del primer dispositivo nuevo que desarrolla la compañía desde la desaparición de Steve Jobs
Después de un desarrollo de tres años, el Apple Watch llegará este viernes al mercado español. Se trata del primer dispositivo creado tras la desaparición de Steve Jobs y ofrece nuevas perspectivas en la compañía de la manzana, convertida hoy en la empresa más valiosa del mundo.
Para empezar con cambios, olvídese de las tradicionales colas en las tiendas de Apple. Se podrá comprar por internet en su página web y esperar el envío, o bien recogerlo en la tienda. También se podrá solicitar una cita para que un empleado le guíe por las numerosas opciones disponibles.
Como objeto, el Apple Watch se percibe mucho más como un reloj que como un gadget electrónico. Su esfera tiene tres posibles materiales: aluminio (plata y negro), acero y oro (amarillo y rosa); dos tamaños (42 mm y 38 mm); y variadas correas y brazaletes que se intercambian con facilidad. La pantalla es de zafiro irrayable en los modelos de acero y oro.
Aunque el Apple Watch es un complemento del móvil, también tiene vida propia. Con el reloj puesto, el teléfono sale menos del bolsillo. Los mensajes pueden ser respondidos mediante un menú de respuestas inteligentes adaptadas al texto recibido, emojis o con dictados a Siri. También se puede utilizar el reloj para hablar en las llamadas telefónicas.
El reloj de Apple tiene un fuerte enfoque hacia el ejercicio físico, tanto mediante apps propias como de terceros. Monitoriza el ritmo cardiaco a lo largo del día según la actividad del usuario.
El acceso al calendario, al correo o el uso del reloj como visualizador y disparador de la cámara del iPhone, son muy rápidos. Con el Apple Watch se puede llevar la tarjeta de embarque de avión, pagar con el servicio Apple Pay (de momento, sólo en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido) y hasta abrir la puerta de la habitación de un hotel con sólo acercar el reloj. En el futuro, es muy probable que se pueda pagar con este tipo de dispositivos en el transporte público por ese método.
El reloj suele acabar la jornada con bastante más del 50% de la batería disponible, pero lo más práctico es ponerlo a cargar al final del día con su cargador magnético por inducción y utilizarlo como reloj de mesita de noche.
Un factor de diferenciación del reloj de Apple son sus tecnologías para manejarlo. Una de ellas, Force Touch, distingue entre tocar la pantalla y presionar con fuerza, lo que despliega nuevas opciones. La corona giratoria, que sustituye las funciones de scroll y zoom, es una solución que evita muchas pulsaciones a ciegas sobre una pantalla que tiende a quedar casi siempre tapada por los dedos. Para usar Siri, basta con decir "oye Siri" con la pantalla encendida y preguntarle o dar instrucciones al asistente.
El reloj crea vibraciones sutiles, como un simple aviso que alguien hace con los dedos sobre la piel de la muñeca. Para recrear esas sensaciones, en Apple analizaron desde campanarios hasta el zumbido de las espadas láser de La guerra de las galaxias. El resultado son unos avisos menos molestos e intrusivos que las vibraciones de otros smartwatches.
En el uso diario, el Apple Watch ofrece la percepción de ser un reloj auténtico, vitaminado con nuevas funciones. Pese a estar ligado al teléfono (iPhone 5 y posteriores) puede representar para el usuario una liberación del móvil en muchas tareas cotidianas. Si se considera su elevado grado de personalización en tamaños, materiales y pulseras, está claro que Apple juega a abrir el mercado a muchos públicos. De ahí sus ya millonarias ventas.
Aunque Apple no anunciará hasta mañana mismo los precios del reloj para España, lo normal sería que esté cercano a los de Francia y Alemania, que entraron en la primera fase de lanzamiento. Allí, el modelo más barato sale por 399 euros; mientras que el más sencillo de acero cuesta 649 euros y el de oro, 11.000 euros.
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