A finales de 1995 sólo el 2% de españoles disponía de dispositivo
Fue un día como hoy, hace exactamente 20 años, cuando nació
la telefonía móvil digital en España. Sucedió el 25 de julio de 1995. En esa
fecha, el Gobierno autorizó a Telefónica Móviles a iniciar el servicio de GSM.
Lo hizo a través del entonces Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio
Ambiente que dirigía el socialista José Borrell. En ese tiempo, gobernaba
Felipe González, los ordenadores IBM y Hewlett Packard de la época estrenaron
el Windows 95 y dicen que hubo una ola de calor que se cobró cientos de
víctimas en los Estados Unidos. Álvarez del Manzano era el alcalde de Madrid y
Pasqual Maragall regía en Barcelona. Ese mismo verano comenzó la temporada
futbolística que quedó grabada en la historia del Atlético de Madrid como la
del Doblete.
Mucho ha llovido desde entonces, pero especialmente en el
ámbito tecnológico. Ese mismo 1995 nacieron eBay, el DVD y el MP3, y las marcas
de móviles más apreciadas eran Motorola, Ericsson, Nokia, Siemens y Alcatel.
Las pantallas eran monocromáticas y el dispositivo permitía almacenar hasta un
centenar de contactos. Entre las funciones avanzadas de aquellos terminales
sobresalía la calculadora, el buzón de voz... y poco más. La tarjeta Movistar
permitía identificar el número del usuario. Los mensajes cortos (SMS) eran
gratuitos, ya que se pensaba que no tendría interés comercial un sistema de
comunicación constreñido a solo 140 caracteres y espacios.
El teléfono móvil de hace 20 años era casi un objeto de
lujo. Cada mes se pagaba una cuota fija de 4.000 pesetas (24 euros) si la línea
se utilizaba para asuntos personales. La cuota de alta de la primera tarjeta
SIM ascendía a 3.500 pesetas (21 euros). Existían tarifas por franjas horarias:
la normal costaba 45 pesetas el minuto (27 céntimos de euro); la reducida
ascendía a 31 pesetas (18 céntimos de euros) y la superreducida se cotizaba a
18 pesetas (10 céntimos de euro). En todos los casos, había que incluir un
coste de establecimiento de llamada de 20 pesetas (12 céntimos de euros). El
tráfico se medía en fracciones de 30 segundos y se consideraba siempre el
primer minuto como completo. Y todos, todos los números empezaban por 909.
Conviene recordar que, en aquella época, estaba permitido
utilizar el dispositivo mientras se conducía. Las baterías de los zapatófonos
de entonces apenas duraban media hora de conversación y los usuarios se
esmeraban en retrasar sus llamadas hasta la noche porque así resultaba mucho
más barato.
Los usuarios más avanzados preferían utilizar su MensaTel,
aquel que siempre alertaba con un mensaje del tipo: "llama urgentemente a
la oficina". También ofrecía información actualizada de la bolsa y los
titulares de las noticias más importantes. Aquella radiomensajería esclavizó a
los médicos, personal de guardia y otros profesionales liberales, todos ellos
unidos noche y día a sus buscapersonas o beepers. Precisamente ese servicio
desapareció en España hace solo tres años.
Aunque la autorización del Ejecutivo para que Telefónica
pudiera operar sobre las frecuencias de GSM se concedió en julio de 1995, los
españoles más impacientes tuvieron que esperar hasta la vuelta de aquel verano
para poder contratar la ansiada telefonía digital. Hasta entonces, cerca de
900.000 usuarios presumían de tener en el bolsillo un teléfono con el servicio
MoviLine y sólo 36.768 usuarios realizaban llamadas con sus modelos GSM
MoviStar.
Entre el servicio analógico y el digital, la penetración del
móvil en España rondaba el 2,5% de la población, frente al 108% actual. La
cobertura del GSM era la gran asignatura pendiente de Telefónica, único
operador de telefonía móvil hasta la llegada de Airtel y después de Amena. Las
antenas de telefonía sobre la banda de 900 Mhz cubrían el 78% de la población a
finales de 1995, frente al 98% del MoviLine que popularizaba el ciclista Perico
Delgado.
Nace la filial de móviles
La Telefónica presidida por Cándido Velázauez recordará el
inicio del GSM por el efecto colateral que ello supuso con la creación de la
sociedad Telefónica Servicios Móviles. La matriz, Telefónica de España, aportó
a su filial unos activos valorados en 127.000 millones de pesetas (765 millones
de euros).
El gobierno autorizó el inicio del servicio de telefonía
móvil automática, en su modalidad de GSM (la que actualmente permite la
comunicación de voz móvil) y lo hizo tras analizar toda la documentación
presentada por Telefónica Móviles. En opinión del Ejecutivo, el análisis del
informe resultó "esencial" para garantizar las condiciones de
competencia y "la estricta separación" respecto de las actividades
que la empresa matriz, Telefónica de España, prestaba entonces en monopolio. El
reglamento y pliego de bases del concurso exigían "alcanzar una cobertura
mínima que incluía Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Zaragoza y
Bilbao, dentro de un radio de 25 kilómetros".
Una vez que despertó
la competencia en telefonía móvil, con Airtel y Amena en 1998, el consumo medio
mensual sólo de móvil rondaba las 14.000 pesetas (84 euros). En la actualidad,
la tarifa media de móvil ronda los 9 euros al mes.
Pese a las precauciones, los clientes pagaban más de un euro
por una llamada de 30 segundos. Por ese motivo, la mayoría utilizaba el móvil
para decir justo lo necesario. "Te llamo por el fijo que es más
barato", se decía antes de colgar. Ni que decir tiene que nadie encendía
el móvil en el extranjero. Eso podía significar la ruina, casi como ahora. Ya
lo dice el tango: 20 años no es nada.
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