La compañía coreana ha patentado un nuevo sistema que permitirá manejar el smartphone mediante toques y gestos en su parte trasera.
Si al gran tamaño los smartphones actuales, sumamos las
nuevas y potentes resoluciones en 4K, y los nuevos diseños curvos o flexibles,
nos damos cuenta que la guerra de las pantallas no ha hecho más que empezar.
Samsung es una de las compañías que más está a apostando por lanzar smartphones
cuyas principales novedades de interacción pasan por una pantalla diferente.
Aunque la mejor prueba la tenemos en el nuevo Galaxy S6 Edge, el jugueteo de
Samsung con pantallas que se salen de lo habitual no es algo nuevo, solo
tenemos que recordar el Galaxy Round lanzado en 2013.
El hambre de Samsung por convertirse en un referente en
cuanto a pantallas móviles se refiere va mucho más allá, y hace unos días
conocíamos los planes de la compañía por implantar paneles con resolución 11K en un futuro próximo. Empezamos a tener la sospecha impresión, que en un
mercado en el que la cantidad de núcleos o megapixels de un smartphone
impresionan cada vez menos al usuario, innovaciones en otros aspectos
determinantes como el diseño, la autonomía o nuevas funciones nunca antes
vistas, comenzarán pronto a hacer juego.
El último movimiento de Samsung en este sentido lo hemos
conocido al revelarse una patente que la compañía registro a finales del año
pasado. Tal y como se especifica en los detalles de la idea, un probable futuro
smartphone de Samsung contaría con bordes de pantalla totalmente curvos, dando
incluso la vuelta por detrás del terminal y permitiendo al usuario activar
diversas funciones. Gracias a este tipo de panel, el smartphone sería capaz de
reconocer el tipo de agarre que realiza el usuario, pudiendo acceder y activar
multitud de accesos directos. Todas las acciones que se realicen desde la parte
posterior del smartphone serán personalizables desde el menú de configuración
del propio teléfono.
Como bien es sabido, las compañías registran cientos de
patentes cada año para cubrirse las espaldas con la competencia y llegado el
caso, arañar unos dólares a un posible infractor de propiedad intelectual.
Aunque no podemos saber si esta idea llegará o no a plasmarse en un smartphone
de consumo, lo innegable es que Samsung sigue muy centrada en la tecnología de
pantalla para sus futuros smartphones.
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